viernes, 22 de mayo de 2009

Capítulo 45 Final.

Puente Rominish.

Iba a toda velocidad sola en aquel Jeep que pertenecía a Dilan. El amor de mi existencia. Mi amor eterno. Pero debía rescatar a mi mejor amigo, era mi deber. Aquella persona me había mantenido en pie en los momentos más difíciles, aunque en vano lo había hecho, pues yo no mejoraba, solo estaba ahí. Un cuerpo sin vida. Me aferre al manubrio apretando los dientes al punto en que el dolor era insoportable. Había oído a Lionel decir en donde se encontraba Amber, y de seguro que tenía consigo a Jeremy. Era un puente, el puente de Rominish. Aquel lugar lleno de turistas eufóricos por la belleza del puente, adornado por luciérnagas por las noches, con un atardecer fenomenal por el río que desemboca hacia el océano. Aquel lugar era ideal para los enamorados. Al llegar al puente Rominish pude ver entre la gente a Jeremy, quien con cara de preocupación me hizo gestos para que me alejara. Hice lo contrario y cuidadosamente camine hacia el casi corriendo. Le di un apretón y le bese la mejilla. Estaba bien y con vida. Solo me faltaba sacarlo de ahí y llevarlo a un lugar donde estuviera a salvo, ya me vería con Amber.

- No Cathlen, no puedo irme.- dijo mi amigo haciéndome a un lado.

- ¿Por qué no Jere? Debemos salir de aquí.

Jeremy continúo apartándome de su lado y negaba con la cabeza.

- Catt,- mi vida ahora esta aquí. Con Amber.

¡No podía creer lo que escuchaba! ¡Como podía creer semejante barbaridad! ¡Su vida no podía permanecer junto a esa bruja! No.

- ¡De que hablas Jeremy! ¡Como dices eso!

- Cálmate, todo esta bien.

- ¡No! ¡No está bien!

- Ella intento matarme ¿lo recuerdas?

- Si lo recuerdo,- respondió amargamente, como si fuera algo que quisiera olvidar.

- No te dejare con ella. ¡Olvídalo!

- ¿Y que harás ah?,- me desafió.

Me quede en silencio. La actitud de Jeremy me dejaba desconcertada. Porque de pronto había cambiado la idea sobre Amber, por que quería permanecer a su lado.

- Bueno yo… yo,- no sabía que decirle. Tenía claro lo que haría si Jeremy no cooperaba, pero eso solo haría que me odiara. Matar a Amber estaba dentro de mis planes desde ase mucho. Y aunque no era una idea en la que me gustará. Sabía que así debía ser. Una de las dos debía morir.

- Dime que harás Cathlen,- exigió Jeremy en forma repulsiva.- tu solución es solo matarla. Pero sabes que no lo lograras. Esto solo acabara con tu vida Cathlen, entiéndelo.

- Eso no me importa… Solo quiero que tú estés bien.

- ¡Bueno estoy bien!

- ¡No! No lo estas y ¡nunca lo estarás si estas al lado de ella!

- ¿Y que prefieres?- no entendía a que punto quería llegar con todo esto.- ¿Qué este a tu lado cuando me necesites? ¿Cuándo le suceda algo a tu novio y tenga que yo consolarte? Lo siento Cathlen pero no soy un pañuelo al que puedes usar cuantas veces se te antoje. Me canse de ello.

- Como… como puedes decir eso Jeremy…- mi voz se quebró, aquello me había herido como un puñal en el pecho,- yo no quería que sucediera así…

- ¡Pero así lo fue Cathlen! Yo también tengo una vida, necesito una. Y tú no puedes dármela y lo entiendo.

- ¿Y que quieres que haga?,- dije entre sollozos

- Nada, que me dejes seguir. Estaré bien junto a Amber, ella me hará feliz, lo se.

- ¡Como puedes decir eso! ¡Ella solo tiene odio para entregar!

- ¡No la conoces Cathlen! Tu le robaste su vida… le robaste al hombre que amaba. Pero no te preocupes ella ya ah olvidado eso.

- ¡¿Qué?! Yo no le he robado nada a nadie Jere.

- Oh si lo has hecho. Ella solo intento defender lo que era suyo.

- ¡Dilan no era suyo! ¡No digas estupideces!

- Hay muchas cosas de las que tú no sabes Cathlen, muchas de las cuales será mejor que no te enteres. Ahora da media vuelta y vete por donde viniste.

En aquel instante rompí a llorar, no podía creer lo sucedió. Mi mejor amigo me rechazaba. Y me enviaba lejos de su lado de una forma fría. Caí al suelo con el rostro empapado de lágrimas mientras me cubría con las manos. Jeremy continúo en pie a mi lado sin mirarme. Sin ni siquiera lanzarme una mirada. ¿Qué había cometido mal? ¿Tanto daño había provocado en el para que me tratara de esa forma?

El puente de pronto quedo vació, y el sol comenzó a descender. Oí unos pasos de tacones a lo lejos, luego se hicieron más ruidosos. Estaban cerca, a mis espaldas. Me voltee aun llorando para mirarla. Sabía que era ella. Sabía que vendría a restregarme lo infeliz que era en esos momentos.

Amber soltó una risa y coloco sus manos en sus caderas.

- Lo querías todo ¿verdad? Pues debo decirte que así es la vida. Nunca podrás tenerlo todo. Quisiste quedarte con Dilan y lo lograste, pero no podrás tener a Jeremy. Ahora me quitaste a mí aliado Lionel, pero no por mucho tiempo.

Intente levantarme del suelo, pero me fue imposible, parecía que estuviera pegada contra el piso mire hacia el rostro brillante de Amber.

- Deja de dañar Amber, por mucho tiempo dañaste a las personas que estaba contigo. A las personas que supuestamente querías.

- No me vengas a dar órdenes niñita de mala muerte. Si no fuera por Jeremy te mataría en este mismo instante. Pero no lo haré. Por respeto a el. Porque se que siente lastima por ti.

- Jeremy…- comencé a decir, me sentía débil. Utilizar mi poder contra Dilan me había dejado sin fuerzas.- recapacita por dios…

- Lo siento Catt. Pero ya todo termino. Te llevare a casa si lo deseas.

Se acerco a mí para levantarme del suelo. Era lo que menos deseaba. No quería que me tocara, se había envenenado por la propia Amber. Me sentia humillada y herida por dentro.

- ¡No la toques!,- hablo una voz al otro lado del puente. Era Dilan. Corrió hacia mí y lanzo a un lado a Jeremy, este sin hacer ruido ni alegar contra ello se movió hacia un lado. Dilan me tomo por el brazo y me cargo.

- Que conmovedor,- soltó Amber cruzándose de brazos. Volví a soltar algunas lágrimas. Era imposible todo lo que estaba ocurriendo. Luego de limpiarme los ojos y sacar las lágrimas de mis mejillas me percate de que Lionel también se encontraba en el puente. Solo que detrás de nosotros.

- Basta Amber, se acabo todo.- oí decir a Dilan de forma tranquila. Aquella actitud me lleno de tranquilidad, aunque aun no encuentro el motivo del porque.- Tu odio acabo contigo misma.

No entendía nada, y Amber estaba rígida en su lugar aun cruzada de brazos. Jeremy llevó su peso del cuerpo hacia su pie izquierdo y me lanzo una mirada confusa. Luego agacho la cabeza. ¿Estaba arrepentido? Me pregunte. Algo imposible. Lionel nos adelanto e hizo un movimiento con la cabeza. El viento soplo de forma violenta desarreglándome el pelo, cerré los ojos compulsivamente pues las hojas de los árboles se agitaban estrepitosamente y el polvo se levantaba de forma brusca. Cuando los abrí sentí que algo había cambiado. Ahora nada sería igual. Frenética como siempre hice que Dilan me posara en el suelo y di unos pasos hacia Jeremy que se encontraba con la mirada fija a mi rostro.

- ¿Dónde estoy?,- dijo algo confuso,- ¿Quién eres tu?... ¿Quiénes son ustedes?

Miro hacia todos lados perdido, estirando sus brazos en el aire como si fuera un ciego caminando por las calles sin su bastón. Mire de soslayo a Amber que se encontraba a su lado con la misma mirada perdida.

- ¿Qué? ¿Qué sucede? ¿Qué pasa? ¿Porque no recuerdo quien soy? ¡No recuerdo nada!

Mi ojos se abrieron de par en par al percatarse de lo que había hecho Lionel, me gire para mirar a Dilan. Que se encontraba aun en su puesto. Luego mire a Lionel y me correspondió la mirada con algún tipo de pésame.

- Es definitiva Cathlen, ya no hay nada que hacer.

Lágrimas volvieron a recorrer por mi rostro. Aquello había sido devastador. Jeremy observaba cada uno de los rostros en el puente, perdido. Era hora de salir de su vida, para siempre. Era hora de que el readhiera lo que no pudo obtener. En cambio Amber podría perderse en el más oscuro de los olvidos.

Volví a mirar a aquellos rostros perdidos. Lionel había borrado de su memoria todo. Amber ya no poseía aquel odio que la consumía y Jeremy ya no me recordaba en lo más mínimo. Por una parte me sentía realizada. Jeremy ya no recordaría aquel sufrimiento desconocido que yo le provocaba. Ahora podía ser feliz y rehacer su vida. Por que sabía que no estaría en peligro. Me acerque a Dilan y nos abrazamos con fervor. Tomo mi rostro con las palmas de su mano y me beso.

- Nuestro amor inmortal.- dijo entre besos.- Aquella pasión frenética que sentimos por alguien. Entre nosotros jamás pasara.

Caminamos por aquel puente en pleno atardecer, con aquel crepúsculo asomándose entre el gran río… El era todo lo que quería, y tenía. Ahora seriamos felices… por siempre.