jueves, 9 de abril de 2009

Capítulo Nº Veinticinco.

Admisión de entrañas.


Jeremy hizo un sonido extraño y Dilan separo su rostro del mio mirando a Jeremy con mala cara, me dejo en el suelo y tomo mi mano.

- Bueno bueno, ahora que haremos...-, dijo Jeremy llevando su mano hacia la cabeza. Dilan lo miro sin pestañear, asegure que le hablaba por la telepatía, pero me pregunte por que lo hacia. ¿Acaso tenía algo que ocultarme? Unos escalofríos recorrieron mi cuerpo y en forma inmediata mis dientes comenzaron a castañear.
- ¡Y porque no vas tu!-, soltó exaltado Jeremy, por algo que le había dicho Dilan. Algo que yo no había podido oír. Dilan suspiro. Supuse por que Jeremy sacaría a colación aquel cotilleo.
- Porque tu eres más rápido.- espeto Dilan de forma tranquila.
Jeremy murmuro algo entre dientes que no pude descifrar dio media vuelta y corrió tras los árboles.
- ¿A donde va Jeremy?,- pregunte como que no quiere la cosa. Otro escalofrío me invadió.
- A buscarte ropa,- dijo tiernamente.- Bueno y también quería que desapareciera un momento.
Lo mire confusa. Estaba de acuerdo de que su presencia le molestaba, pero no entendía bien el porque.
- Sus pensamientos me atormentan,- agrego luego de unos segundos.- Se llevó una mano en su cien frotándosela.
Me sonreí por la forma en que lo decía. Como si de verdad fuera un tormento leer los pensamientos de los demás.
- Nunca me imagine que te molestara tanto oír los pensamientos de otros.
Me miro con una chispa de interés. Y luego negó con la cabeza.
- Es que no sabes las cosas repulsivas que el perrito piensa.
- Oh,- decidí cambiar de tema, pues no me apetecía indagar en esos pensamientos "repulsivos" como los llamaba Dilan,-...y... ¿puedes leerle la mente a los animales también?
Esbozo una sonrisa picara y asintió.
- Solo algunos. O la verdad a todos, solo que tengo que enfocarme más en ellos.
- Ah, genial.- dije solo por decir algo.
- Mmm,- giro la cabeza dudoso,- no me resulta muy genial que digamos.
- Oh..lo s...- coloco su dedo en mis labios suavemente.
- No te disculpes. Resulta frustrante estar en la mente de un animal, que solo piensa en alimentarse y asesinar para ello.
Su rostro se inundó por la amargura. Aferre su cálida mano con más fuerza.
- No, no te sientas mal.- me dedico una dulce sonrisa. Tomo suavemente mi rostro entre sus manos y lo levantó para quedar a la altura de la suya.- Fue frustrante porque aquél animal quería matarte, mientras que yo no podía hacer nada.
No supe que decir. Pero al fin encontré algo.
- Ya paso Dilan, y no fue tu culpa.
De inmediato Dilan me beso como nunca, como si fuera el primer beso y el último. Aunque no lo era, y no sería el último tampoco.
- Te quiero...- susurro mientras me besaba el cuello y me acariciaba la barbilla. Quise responderle pero me faltaba el aliento. Tener a Dilan tan cerca de mi me imposibilitaba para todo.
- Ejem..
Dilan se separó de mi delicadamente, supuse para no herir mis sentimientos. Mientras yo me reponía. Gire el rostro y ahí estaba Jeremy apoyado sobre un árbol y con unos trapos en las manos, pude detectar que eran mis ropas.
- Gracias Jeremy,- dije para romper el silencio mientras mi rostro se volvía completamente rojo.
El asintió sonriente, pero en sus ojos mostraba una amargura difícil de identificar a no ser que lo conocieras realmente, como era mi caso.
- ¡Diablos!
Mire a Dilan en forma intacta, su rostro era inexpresibo. Parecía que no estuviera aquí sus pensamientos, solo el cuerpo. Como si estuviera vació. Le di una leve sacudida para que reaccionara mientras el pánico me inundaba.
- ¿Quee...que...sucede Dilan?...-

Su mirada se torno hacia el bosque que estaba a nuestras espaldas. Sentí un frío recorrer mis espaldas. Mis dientes ya no temblaban. Seguí la mirada de Dilan. Pero solo veía árboles en movimiento. Me giré hacia Jeremy y pedirle que me explicara lo que sucedía. Este sacudió varias veces la cabeza inspirando grandes tragos de aire, luego de haber concluido las inspiraciones su rostro se crispó.
- Es Amber,- especulo Jeremy por lo bajo.

Sentí como los pelitos de los brazos se me levantaban y un escalofrío recorrió mi columna vertebral de par en par, pero no era precisamente por el frío o por mis ropas mojadas. Era por el solo echo de que Amber estaba cerca y venia a por mi, y por Dilan y Jeremy. Estaba dispuesta a entregarme si fuera necesario para salvarlos. La podría enfrentar una y mil veces por ellos. Recordé el plan que Dilan me había comentado hace unos días. Sobornar a Lionel para que este le borrara los recuerdos a Amber. Un plan que por lo obvio era algo imposible. Continué observando el bosque, que ni pisca daba de vida alguna. Un fluido viento agito las ramas y las hojas abruptamente y entre aquellos agiteos apareció el libio rostro de Amber, con su intacto pelo rubio y con las facciones endurecidas. Estava sola. Dilan que se encontraba a mi lado, aun me sostenía la mano. Se agazapo hacia al frente colocando su cuerpo como escudo. Jeremy hizo lo mismo pero más adelantado que Dilan. Se encaramo a unos cuantos metros delante de nosotros cruzando los brazos. Mire espectante a Dilan para regañarle por la postura que había tomado, pero no logre articular palabra, ni menos podía abrir la boca. Me petrifique en aquel lugar. Pensando en como saldríamos de esta, sin que una de las dos personas a las que amaba, más a una que a otra claro esta, salieran bien de todo este embrollo.