viernes, 27 de marzo de 2009

Capítulo Nº Veinte.

Mesura.



Desperté recostada en una suave cama. Me levante bruscamente. Aquella habitación no la conocía. Dilan estaba a los pies de la cama, por encima de la colcha. Dormía plácidamente. Como un niño, un niño inocente. Salí de la cama silenciosamente para no despertarle. Lanze una mirada hacia la ventana. El sol ya se estaba ocultando. ¿Es que acaso había dormido todo un día?. Y Jeremy, ¿donde se encontraba?, ¿que había sucedido en verdad en ese lugar?. Oh mi poder, claro. Eso era. ¿Controlaba a las personas?. Me entro unos escalofríos. Valla. Me puse de rodillas al suelo para acariciar el rostro de mi ángel protector. Cargue mis brazos por el borde de la cama, mientras jugueteaba con un mechón de pelo de Dilan. Era abrumador verlo siempre tenso y preocupado. Pero mientras dormía todo era distinto. Podía ver en verdad como era Dilan, Mi Dilan. Comencé a observar la habitación donde me encontraba. Las paredes estaban cubiertas con papel de un color cálido. Era pequeña pero acogedora. Mi móvil comenzó a sonar estrepitosamente. Me levante de un salto del suelo para sacar el teléfono de mi bolsillo. No quería que Dilan despertara. Salí de la pequeña habitación, me encontré con un largo pasillo, lo ignore y me cargue en la muralla mientras cerraba silenciosamente la puerta. Conteste la llamada enseguida.

- ¿Diga?
- Oh hija... ¿Estas bien?
- ¡Madre!...oh si estoy perfecto.
- ¿Donde estas hija...?, Thomas me dijo que te venias.
- Oh si... bueno la verdad es que hum... -. Y ahora que le decía a mi madre. La verdad era que no tenía idea de donde me encontraba, pero no podía decirle eso. Y menos todo lo que en verdad ocurría. - Tuve problemas con Amber mamá.
- Oh ya veo... la famosa Amber. Tan envidiosa y ambiciosas como siempre ¿no?
- Supongo...-, me encogí de hombros.
- Valla, pero donde te encuentras...
- Mamá, estoy con un amigo. Y ase poco me encontré con Jeremy -, Le metí a Jeremy en el asunto por que mi madre adoraba a Jeremy, bueno de hecho lo seguía haciendo.
- ¡Jeremy!, ¿...ha y como esta ese chico?, tan guapo que era.- Río.
- Mamá... Esta bien. Y bueno pretendo volver pronto, no te preocupes. Solo estoy disfrutando mis vacaciones.
- Vale, Vale. Solo cuidate si. Acá te extrañamos por montones.
- Oh yo igual. Los quiero.
- ¿Y dime quien ese ese chico, Dilan?
- Uhm,- volví a enconjerme de hombros.- es un buen chico mamá.
- Ajá, ¿sales con el?
- Si...
- Bien, espero conocerlo. Te hacia bien un chico. Hace mucho que estas sola.
- Mamá, dejalo ya.
- Vale.. solo cuidate. Te adoro.
- Ok. Adiós.

Valla, todo había salido mejor de lo que creía. Con mi madre todas las cosas eran fáciles. Por eso me llevaba genial con ella. Entre a la habitación. Dilan se levanto mirándome sorprendido.
- Lo siento. Me eh dormido.
- No te preocupes.- Dije. Me senté sobre la cama a su lado. El tomo mis manos delicadamente.
- Buenos días-, dijo besandome la mejilla.
- Buenos días.- en verdad Dilan me volvía loca.
- ¿Estás bien?, digo ¿Te sientes bien?-, la voz de Dilan era mera de preocupación.
Me extraño de que me formulara esa pregunta. El debería saberlo. Acaso no leía mentes. Lo mire extrañada sin responder.
- De hecho Cathlen. Ya no puedo leerte el pensamiento.- Abrí los ojos de par en par y sentí como la sangre huyó de mi rostro. No pude decir nada coherente. Lo único que pronunciaba en ppp, y qqq. Dilan me silencio con su dedo poniéndolo suavemente en mis labios mientras hablaba.- La ciencia es inexplicable a veces. Me di cuenta que no podía leerte el pensamiento esa noche en la cueva. Mientras te ibas en el sueño se te iban los pensamientos con ellos para mi. Dejandome en una profunda confusión.- Al fin pude articular palabra.
- ...y a los demás... digo, ¿puedes?
Asintió con la cabeza.
- Por lo menos a Jeremy si.- Se sonrió como si recordara algo.
- Dilan, ¿que fue lo que ocurrió?, ¿Acaso ese es mi poder?
- Si. Controlas las acciones de la gente. No se con exactitud, pero tengo una teoría. Y creo que también puedes manipular los objetos con la mente.
Mi cara debía de ser de horror, por como Dilan estrechó sus manos con las mías, con más fuerza.
- Interesante,- dije para bajarle el perfil al terror que sentía. Dilan soltó una carcajada al percatarse de mi falsa.
- Hubieras oído lo que pensaba Jeremy al ver que sus pies no le correspondían.- Se carcajeo al recordarlo casi llegando a sarcasmo. Su risa era agradable. Pero me concentre en defender al pobre Jeremy, que había humillado.
- Dilan, no seas cruel. Pobre Jeremy...
- Si,- dijo aun riéndose,- pobre...
Le lancé una mirada amenazadora.
- ¿Donde se encuentra?, ¿Esta bien?
- Si, esta bien.
- ¿Pero que sucedió luego?- Note que Dilan no tenía ni una pisca de interés en contarme lo que había ocurrido así que mesure para que hablara.
- Ash,- dijo por lo bajo,- Te desmayaste y decidí traerte a mi casa.- Abrí los ojos de par en par.
- ¿Esta...esta es tu casa?-. Asintió.- Valla.
- Bueno, Jeremy no estuvo muy contento con eso. Y...
- ¿¡Que paso?!, ¡¿Te quizo arrestar?!
- Cathlen, me ofendes. Soy muy fuerte sabes. No me dejare arrestar por un debilucho.
Lo mire con enfado. Jeremy no era un debilucho, tenía sus músculos. Bah, pero no entraría en disputas con Dilan. El... el era perfecto.
- ¿y que paso?...
- Nada... te monte al coche, mientras tu amigo le disparaba a las llantas. Claro, no pudo detenerme.- Esbozó una sonrisa.- Ha, debe estar buscándonos ahora. Sera mejor que nos marchemos. No tardara mucho en buscarte aquí.
- ¿¡A buscarme!?...¡¡Si es a ti a quien quiere, quiere arrestarte!!
Soltó una carcajada.
- Que boba eres,- dijo mientras tocaba mi nariz.- Es a ti a quien quiere. Quiere recuperarte.
Me sonroje de inmediato. Acaso Dilan había dicho...¿Que quería recuperarme?.