lunes, 6 de abril de 2009

Capítulo N1 Veinticuatro.

Culpabilidad.

Mientras iba decayendo al vació, o bueno en realidad hacia el océano mismo miles de imágenes se me pasaron por la mente, todo se nublo y solo podía oír la telepatía de Dilan que me susurraba un dulce; Te amo y lo siento. Mi cuerpo se giro mirando directamente el agua que chocaba contra las rocas. ¡Me estrellaría en las rocas! Saque fuerzas de no se adonde e intente moverlas con mi habilidad, era imposible. La concentración que necesitaba era inalcanzable, pues el viento me segaba y me entumecía todo el cuerpo. La voz de Dilan seguía en mi cabeza, su voz era dulce pero con un tono de histeria y preocupación, quise decirle que no se preocupara que le quería, pero sería imposible el no oirá mis palabras ni tampoco podía leer mi mente, como a los demás e incluido a los animales. Me di cuenta que las olas que chocaban contra las rocas eran cada vez más grande y se me ocurrió una idea. Aferre mis puños para poder concentrarme y cerré mis ojos... En acto inmediato la marea subió unos 6 metros más dejando ocultas las rocas. Caí en lo ondo del mar... Abrí los ojos, pero solo vi oscuridad, estos me ardían producto de la sal. Intente buscar la salida, pero la corriente me atraía hacia varias dilecciones, y no sabía cual era la correcta. La voz de Dilan seguía en mi cabeza, pero ahora se oía lejana... La falta de oxigeno comenzó a afectarme, agite los brazos hasta que sale a la superficie, las olas rompían sobre mi cuerpo, como si yo fuera una roca, mire hacia todos lados con el fin de encontrar la orilla y nadar hacia esa dirección... Pero solo veía rocas por doquier.

- ¡Cathlen! ¡Cathlen!,- esa ya no era la voz de Dilan en mi cabeza, pero tampoco era la de el en verdad. El sonido de las olas al reventar me impedía identificar de donde provenía la voz y menos saber de quien era.
Algo me tomo por la cintura rodeandome con un brazo y echándome hacia atrás, me gire bruscamente para echarle un golpe. Esta tibio, pensé que podría ser un animal o algo así. Pero cuando me gire vi el rostro mojado de Jeremy, me esbozo una sonrisa y me aferro con más fuerza.- Tranquila,- dijo,- ahora estas a salvo.
Bufe, yo podía cuidarme sola. Podía salir de ello sin su ayuda. Intente safarme de su brazo, pero comencé a tiritar. El agua estaba congelada y los dientes se me templaron. Jeremy nado hacia la orilla, que pronto pude observar... Había tragado tanta agua que me era difícil poder respirar. Solo sentía que la garganta me quemaba. Cuando el agua dejo de cubrirnos por completo Jeremy me tomo por los pies y la espalda acunandome. Camino por la arena color gris, mientras nuestras ropas estilaban y a mi me tomaba una hipotermia de los demonios. Vi a Dilan a lo lejos correr hacia nosotros, tenía el rostro triste y de preocupación. Le sonreí para calmarlo y decirle que todo estaba bien. Estaba a salvo.

- ¡Puaj!, aquí viene la ratita.- dijo Jeremy a regañadientes, le propine un puñetaso en la espalda. Mientras me reía.
Dilan se acerco y me extendió su chaqueta, mientras tomaba el peso de mi cuerpo. Sentí la tensión de los brazos de Jeremy. Al parecer no quería soltarme. Alce mis brazos hacia Dilan para hacer ver a Jeremy que era lo que quería y este me soltó diciendo cosas por lo bajo.

- Lo siento Cathlen, dios cuando lo siento.- La voz de Dilan era netamente de tristeza.
- No Dilan, esta bien. No te sientas culpable,- dije para controlar su desesperación.
- Yo debi...yo..diablos.
Estiré mi brazo hacia su rostro, y le acaricie la mejilla liándome a su mandíbula.
- Deberías llevarla a techo.- Profirió Jeremy con los puños cerrados.
Dilan asintió y camino a paso rápido por la orilla hasta adentrarnos hacia el bosque. Descanse mi cabeza en el pecho de Dilan que estaba húmedo por mis ropas. Levante la mirada para agradecer a Jeremy, que seguía detrás de nosotros pero a unos cuantos metros.

- Cathlen, intente llegar de verdad lo intente. Jeremy llego antes, bueno por su poder.- Se encogió de hombros.
- Dilan no te atormentes. Si no fuera por ti, estaría ensartada en una roca.- El me miro con expresión de interrogante, mientras un escalofrío recorrió su cuerpo.
- Explicate.- dijo sin arrogancia.
- Tu voz me ayudo a concentrarme. Y así pude subir la marea dejando las rocas cubiertas.
Intento disimular una sonrisa pero esta no le llego a los ojos.
- Solo lo dices para hacerme sentir bien.
Sacudí la cabeza varias veces.
- Vale, vale dejomoslo así...
Asentí. Y el me beso en la frente. Seguía tibio como siempre, mientras yo echa un hielo.