viernes, 3 de abril de 2009

Capítulo Nº Veintidós.

Inminente.


No entendía lo que estaba sucediendo. Pero un perro de raza extraña y de pelaje color café nos perseguía velozmente, mientras que Dilan seguía acelerando para intentar perderlo de vista.

- ¿Acaso Jeremy lo mando... a rastrearnos?,- la idea me perturbaba, la verdad era que no me encajaba para nada. Pero podía ser una posibilidad latente, o sino que más podría ser. Dilan intento disimular una sonrisa que era totalmente falsa, su humor no andaba para reírse de mí en estos momentos. Me preocupe de que fuera lo que le molestaba. Solo era un perro.

- Dilan, ¡dime que sucede caray!

- Tranquila, deja sacarnos de encima al cachorro.- Lo dijo con sarcasmo.

Esto me estaba molestando, la verdad era que no entendía lo que sucedía, pero Dilan se empeñaba a seguir subiendo la velocidad y ese perro que no se daba por vencido seguía tras nosotros. Dilan estaba tenso frente al volante con la vista puesta en la carretera. Ignoraba mi nerviosismo y mis replicas de que bajara la velocidad.

- ¡Lárgate perro sarnoso!,- La furia de Dilan era eminente. Pero... ¿acaso le hablaba a un perro?

- ¡Si claro, el perro te oirá de seguro!,- dije con ironía algo enfadada.

El perro de pelaje café lanzo un aullido astringente, me gire para observarle. Solo pude ver su pelo lacio al viento que brillaba en la oscuridad. Se notaba que era un perro fino, de raza. Pero yo de eso no sabía así que ignoraba de qué raza seria. Mire a Dilan que seguía con la vista al frente. Y refunfuñando entre dientes. ¿Es que acaso nunca terminaría la persecución? Tome la idea de frenar a aquel perro con mi poder. Solo para que Dilan se calmara y bajara la velocidad. En eso Dilan frena el carro en seco, haciendo que las ruedas rechinen sobre la acera de la carretera, quede estampada en el asiento. Lo mire con los ojos entrecerrados.

- ¿Que haces?,- mi voz sonaba algo histérica.

- ¿No querías que bajara la velocidad?

Dilan me estaba cabreando. Su actitud era totalmente fuera de lugar. Le puse mala cara y descendí del carro negro reluciente. Mi pie se quedo estancado entre el asiento, luche para safarme mientras que Dilan se sonreía. Quite el pie, y pegué una patada en suelo.

- Me alegra que por lo menos te cause risa.

- No digas eso.- dijo con ternura y se encamino por la carretera.

Mire hacia donde se dirigía, se estaba acercando hacia la dirección donde provenía el perro. Pero este no se veía por ningún lado.

- ¡Ahora quien es el cobarde, animal de mala muerte!,- Dilan soltó una risa de burla tras decir la frase. Mientras yo seguía perpleja en el lugar pensando si seguía hablándole al perro. Y la verdad era que lo hacia. Ahí fue cuando se me paso la idea de que Dilan podía leerle el pensamiento. ¿Acaso era eso posible?, pero es que ¿acaso un perro podría pensar que era cobarde? Ignore aquello, no tenía mucho sentido y menos que Dilan hablara con el perro.

- Que... Dilan es un perro,- las palabras me salían atropellándose una con otras. Dilan no se voltio para enfrentar mi mirada, y continua dándome las espaldas mirando hacia la carretera oscura y vacía.

- ¡¿A que no soy la única rata de laboratorio?!-, grito Dilan en dirección a la llanura a un lado de la carretera.

Corrí la mirada de Dilan, para observar la llanura seca. Que ni se movía. No había viento. En eso aparece un hombre por entre estas tambaleándose un poco grogui.

- Qqqque....Je..re...my,- dije entrecortadamente y con los pies agarrotados en el suelo.

Dilan soltó una carcajada divertido por mi reacción. Se acerco a mi lado y me rodeo con su brazo por la cintura. Jeremy se acerco unos cuantos metros y se detuvo, fijo su mirada en mi rostro, que estaba llena de horror.

- Yo no soy como tu. No lo hice por dinero...lo hice por....- Dilan no dejo que Jeremy continuara. Su grito hizo que saltara.

- ¡Vete de aquí, que nadie te ha llamado!

- Eres tu quien debe irse, solo daño le causaras a Cathlen.

- ¡Pero que dices amorfo!

Jeremy cerró los puños con fuerza. Lo que me hizo recordar lo de la vez pasada. Cuando Jeremy quiso golpear a Dilan. No quería que eso volviera a suceder jamás, no quería herir a Jeremy con mi poder. Ni menos humillarlo.

- ¡Ya basta!,- grite un poco aturdida con tantas imágenes en mi mente.- Exijo saber que diablos sucede.- Dilan me apretó con más fuerza y Jeremy dio unos pasos hacia mi lentamente, luego se detuvo con brusquedad.

- Resulta que tu amigo... ahora es un...-. Dilan dejo la frase inconclusa dándole la palabra a Jeremy quien lo miraba con ojos de furia pura.

- Al enterarme de que este tipo quería asesinarte, Amber me proporciono algo sobre humano. Algo poderoso. Veras Cathlen, yo necesitaba algo con que defenderte de este. Sabiendo de su poder, no podía quedarme atrás.- Sentía como me ardían los parpados, apreté los ojos y los abrí, es que no podía creer, que ahora Jeremy poseía un poder sobre-humano, al igual que mi novio. Es que... ¿a cuanta gente más iba a involucrar en todo esto?

- ... y que eres un perro.- dije con ironía. Dilan se sonrío, parecía disfrutar de mi enfado momentáneo.

- No. Es solo que mi cuerpo puede adaptarse a cualquier forma.

- Un deformito,- Dijo Dilan por lo bajo. Jeremy se enderezó, la sangre se le fue a la cara por la rabia.

- Calla ya Dilan,- dije para calmar la tención entre ellos.- No debiste de haber hecho eso Jeremy. Yo estoy perfectamente y también lo estaré. Vete a casa-. Camine hacia el descapotable y me monte en el. Dilan hizo lo mismo y me sentó a mi lado. Encendió el motor y especulo.

- Bien perrito faldero. Adiós.

Le lance una mirada de furia a Dilan. Jeremy corrió a la ventanilla, se cargo en el vehiculo con la mirada perdida.

- ¡Cathlen, no puedes irte con el... es peligroso!

- Vamos Jeremy, es Amber la que quiere hacerme daño.

- Lo se... pero ella lo busca a el para vengar su traición, para luego ir a por ti.

Lo mire con los ojos abiertos de par en par y dirigí la mirada al suelo del descapotable. Entonces debía adelantármele antes de que encontrara a Dilan. Mire nuevamente a Jeremy que seguía mirándome incrédulo.

- De igual forma Jeremy, no necesito que me cuides. Ni tu ni Dilan.

Dilan intento protestar, pero hice que callara para seguir hablando. Mire a Jeremy y replique.

- Yo también poseo un poder Jeremy, y uno muy poderoso, que acabara con Amber.

Los ojos de Jeremy parecían que se iban a salir de sus orbitas.

- ¡¿Queee?!-, Jeremy lanzo una mirada de furia a Dilan. Dando por contado que era su culpa de mi nuevo estado sobre natural.- ¡Como permitiste eso!

Dilan asintió con tristeza.

- Tuve que hacerlo, si de pronto yo no estuviera... ella necesitaría como defenderse.- Dilan se encogió de hombros, hundiéndose en el asiento del descapotable.

Jeremy comprendió y suspiro.

- De todas formas no es seguro que vallas con el.

- Para ya Jeremy. Esto no es asunto tuyo.

- Exacto,- dijo Dilan con dureza. Saco el freno de manos y partimos a toda velocidad.

- ¡Solo Cuídate de ella!,- grite a Jeremy. Lo mire por el espejo retrovisor, seguía parado. Como si estuviera clavado, y nos miraba mientras nos alejábamos.