viernes, 20 de marzo de 2009

Capítulo Nº Diecisiete.

Mi amigo del FBI.



Nos quedamos mirándonos un largo momento en silencio. No tenía que decir, puesto a que sabía que no iba a responder mis preguntas tan fácilmente. Y también savia que si lo hacia tendría que responder las suyas.

- ¿Puedo pedir yo por ti? - Esbozo una sonrisa picarona. Levante suavemente una ceja para preguntar a que se debía. Pero me arrepentí y asentí con la cabeza, puesto a que el conocía mis gustos culinarios a la hora del almuerzo.
- ¿Contestaras mi pregunta? Oh te dedicaras a cambiar de tema toda la tarde.
Frunció el seño algo molesto.
- Bien, iré directo al grano, contigo no se puede andar con rodeos. Eres muy impaciente - Soltó una ligera sonrisa y yo asentí vencedora. - Me entere de que sales con un buscado del FBI.
Abrí los ojos de par en par. Y un temblor inundo mi cuerpo.
- Como...
- No me preguntes eso, no puedo liberar información así.
Me altere al punto de gritar.
- ¿Viniste a eso?, ¡A decirme que mi novio es buscado por el FBI! - La camarera nos miro con asombro, solté los puños e intente relajar mi postura al percatarme de que había utilizando la palabra "novio", la verdad es que no sabía si eso es lo que eramos, aunque en mi fuero interno lo deseaba. Estaba histérica por toda la situación.
- Tranquilizate Cathlen. Sabes cuanto te quiero, a pesar de todo lo sucedido.
- ¿A que viene todo esto Jeremy?
- Ok, no te mentiré. Trabajo para el FBI y ando en busca de Dilan Kurt.

Comenzaron a sudarme las manos y todo mi cuerpo convulsiono en cuanto vi el peligro que rodeaba a Dilan, observe a Jeremy unos instantes y luego fije la mirada en la mesa cohibida por su mirada tan seria, parecía un real agente del FBI y podía percibir que si no cooperaba en el asunto era capas de torturarme o hasta encerrarme en los típicos calabozos. Pero no me imaginaba a Jeremy haciéndolo, no, el no era así.
En ese instante la camarera se acerco a la mesa a pedir nuestra orden. Me zafé diciéndole a Jeremy que deseaba ir al baño. Y sin mirarle a la cara, me dirigí a paso rápido al tocador. Camine deprisa sin mirar atrás con la vista pegada al suelo y sentía la sería mirada de Jeremy clavada en mi espalda. Al entrar me sentí aliviada. Me cargué sobre una muralla intentando respirar en forma regular. Salte del susto cuando mi móvil comenzó a vibrar en el bolsillo de mi jeans. Era Dilan.

- ¿Donde estas? - Su voz era tensa y un poco eufórica. Sabía que se encontraba en la cueva.
- Lo siento... yo debí salir... - Titubeaba como una niña. No sabía realmente que decir y mentir ni por teléfono se me daba. Me maldije por eso.
- ¿Cathlen, te encuentras bien? - Su voz perdió la histeria para socorrerse en la preocupación.
Me sentía subcutaneamente mal.
- Si Dilan... me encuentro bien.
El suspiro aliviado.
- Dilan, me encuentro con un... antiguo amigo.
- Ok, dime donde estas. Iré a buscarte.
- ¡No! no... no puedes -, intente controlar los temblores de mi cuerpo. - Dilan, Jeremy anda en tu búsqueda, es del FBI.
- Oh...- se quedo estupefacto durante unos segundos - No importa, solo dime donde estas.
- ¡Dilan no puedes!, si te atrapa...estarías en peligro.
- Tu también estas en peligro. Eres parte de todo esto. Y puede tomarte como cómplice. Y más si se entera de que estamos juntos -, titubeo a medida que salían las palabras. Me mordí el labio al pensar que quería decir en verdad con lo de "estamos juntos", pero este no era el momento apropiado para eso. Me alegre de que en ese momento no pudiera leerme el pensamiento.
- Oh no Dilan, tranquilo. El es... mi amigo, no me haría daño. - En verdad no estaba tan segura de mis palabras, pero debía evitar a como de lugar que Dilan se encontrara con Jeremy.
- ...Y ya sabes... digo lo de tu poder?
- No. - Sentí como si lo decepcionara.
- Vale, eso es algo bueno.-
Abrí los ojos preocupada.
- ¿Porque?
- Eso no importa ahora. Solo no lo comentes con tu amigote ese del FBI.
- Oh, claro. No lo haré.
- Ahora dime donde estas.
- Dilan...yo no...

Tocaron la puerta del tocador desesperadamente con los puños. Intentando abrirla de un golpe. Pegue un salto, sin saber que hacer. Mientras Dilan preguntaba a gritos histéricos, que era lo que sucedía, colapse y espere a que una banda de agentes del FBI interrumpiera en el baño de damas y me llevarán como cómplice de mi novio sobre-natural.